Es un local que está en lugar privilegiado, frente al Micalet, en pleno barrio del Carmen, entre las plazas de la Reina y de la Virgen, con una decoración muy original. Cenamos en la terraza, ya que el clima de Valencia es benigno y puedes aprovechar para disfrutar al aire libre. Nos sirvieron amablemente y estuvimos muy a gusto. La terraza está en un calle muy estrecha, y con la iluminación nocturna es rincon muy romántico.
Es un lugar muy peculiar y con encanto, donde al margen de la comida, que es normal, aunque perfectamente presentada, puedes encontrar un restaurante con un ambiente inmejorable, muy bonito respecto a la decoración, y con buen servicio.
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