domingo, 29 de julio de 2018

MESÓN DEL LABRADOR - CAZA - CASTROVERDE DE CAMPOS - ZAMORA



Fuimos a comer en familia. En mi caso puedo decir que los km de distancia que nos separan desde Becilla de Valderaduey, merecen la pena, y mucho.
Servicio muy atento y muy agradable.
Íbamos con niños pequeños y ningún problema con un plato al gusto de ellos sin ningún tipo de pega por parte del restaurante.
Para los adultos auténticos manjares de caza: la perdiz con berza, los pichones, el ciervo.... pero tambien los demás platos: el hígado espectacular, al igual que la ensalada de escabechados o la cecina.
Los postres merecen mención aparte: helados fantásticos, la tarta de queso o el coulant espectaculares. Gran amabilidad por parte de Cecilio y Luis Alberto que saludan a cada mesa con gran atención.


Aunque ahora esramos muy lejos, sin ninguna duda volveremos.

EL SABINAR DE LA TORRE - CAZA - ALPUENTE - VALENCIA






Aunque es un sitio muy alejado de Valencia, y tras miles de curvas, descubrimos un restaurante bastante curioso. Aunque he leído malas críticas sobre el servicio, decir que aunque llegamos una hora tarde sobre la hora reservada, no nos pusieron ningún problema,  incluso yendo con un perrito, cosa poco admitida hoy, incluso dentro de su transportin. 
No siendo "la alegría de la huerta", fueron bastante atentos, rápidos y hacen que su restaurante sea bastante acogedor.
El salón es muy bonito, con paredes de piedra, que recuerdan que estas a 1000 m. en la montaña.
La comida, contundente en general, y muy sabrosa. A pare de la familia le resultó salada. 
Tomamos un pastel de verduras,  muy jugoso y con mucho sabor. Un pulpo a la brasa, muy bien presentado, sobre unas patatas fritas, su aceite y pimentón.
Como platos principales tomamos un rabo de toro,  perfectamente guisado,  un solomillo de jabalí, para los que gusten de sabores fuertes y un entrecot, abundante y sabroso.
La tarta de chocolate, solo apta para muy chocolateros.