Aprovechando una reunión de yrabajo al día siguiente, Luismi, un compañero de Madrid, me lleva a conocer Lobo. Un gran descubrimiento.
Un bar muy agradable, con una carta variada, donde cenamos muy bien. Las raciones al no ser enormes te dan la posibilidad de probar varias y poder compartir.
El personal es muy atento. Nos atendieron muy bien. Personalmente recomiendo Champiñón Lobo con foie, ensalada de txangurro con gambitas croquetas de jamón y foie y tarta de arroz con leche.
Imprescindible reservar con antelación ya que el bar suele estar bastante lleno. No dejes de ir.
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