Tengo que decir que me lo recomendó mi buen amigo Paco, ... hace unos 12 años. Por fin llegó el día.
Sobre el lugar, decir que cuesta llegar. Una vez que abandonas la carretera, tienes que ir por caminos que te llevan hacia L'Estany de Cullera. Si vas siguiendo las indicaciones del restaurante, llegarás bien.
Cuando llegas al patio que da entrada a la masía, lo primero que te sorprende es lo bonita que es la entrada, junto a una barraca típica, contigua en el lateral. Una vez dentro, nos encontramos con un restaurante con la decoración típica (maderas, azulejos y ladrillo visto), pero lo que nos dejó sorprendidos fue su espléndida terraza, con unas vistas a L'Estany que son inigualables. Solamente comparables a las de la Albufera de Valencia.
La comida muy correcta, aunque el título de "La catedral de arroz" creo que es demasiado pretencioso. Los entrantes muy ricos, con cantidades modestas. Bien el pulpo a la brasa y los boquerones y un esgarraet atípico. Yo diría que más se asemejaba a un playo con las verduras que componen el verdadero esgarraet, asadas y servidas sin mezclar. Aprovecharé para meter este plato típico en el blog.
Sobre los arroces, amablemente nos ofrecieron probar dos, dividiendo las raciones entre ellos. Esto es poco usual, ya que no les gusta hacer varios arroces para una mesa pequeña. De agradecer y valorar positivamente. El del Señoret muy bueno, y muy distinto el de pato con alcachofas y ajetes. Ricos y en su punto, aunque un poco grasientos.Como decía antes, estaban ricos, sin alcanzar la excelencia exigible a la autoproclamada "catedral del arroz".
El servicio fue correcto, con todos los platos en su punto y sin esperas.
El servicio fue correcto, con todos los platos en su punto y sin esperas.
Recomendable.
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