No me resulta fácil la valoración, ya que como restaurante no sería una referencia a incluir, aunque no hemos comido mal.
Yo lo definiría como un bar musical con terraza, en el que sirven comidas.
Ya hace años descubrí el Restaurante Arribar, que está justo al lado, y he repetido muchas veces. Creo que la comida de Blue Marina no llega a su nivel, pero el valor añadido a la cocina lo ofrece su situación, ya que para los que tenemos niños pequeños, disfrutas de unas vistas maravillosas, y ellos pueden jugar en los alrededores sin peligro (Pueden patinar en la parte baja, y tú los ves en todo momento), y lo cuidado del lugar, con música ambiente muy agradable, terrazas donde poder tomar un aperitivo o una copa, con absoluta tranquilidad.
El local está completamente acristalado, dando una sensación de estar comiendo en la terraza en cualquier momento, ya que suelen tener las mamparas abiertas y corre la brisa. El sitio me resulto muy agradable.
Desde la terraza de calle se puede ver el puerto y el trasiego de yates y veleros que acceden al puerto deportivo, así como la costa mediterránea hacia el norte. En días despejados puedes ver más allá del Puerto de Sagunto.
Sobre la comida, si lo único que buscas en gastronomía, no estás en el sitio más adecuado. Aunque puedo decir que los entrantes estuvieron bien y el arroz mejorable. Bien de sabor, aunque un poco “socarraet”. La realidad es que no quedó ni un grano del arroz del senyoret.
La terraza superior es fantástica, muy cuidado el espacio, cómodo, espacioso y con unas vistas a Valencia, al puerto y a la playa, que son difícilmente igualables en Valencia. Posiblemente comparable a Marina Beach.
Nos fuimos cuando estaba todo preparado para el ambiente de noche, con música y bailes latinos.
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