Solamente he estado una vez, pero he salido muy contento por la experiencia.
El local es limpio, muy muy sencillo, y con un servicio amable y atento.
Fuimos a comer y nos recomendaron el menú degustación, tenía buena pinta y buen precio, pero optamos por la carta.
Tomamos una ensalada de tomate valenciano, que a pesar de su sencillez, aliñada con encurtidos y atún en escabeche casero, templado, estaba exquisita. Tambien tomamos un pulpo braseado, muy bueno. Un tartar de atún con mayonesa japonesa, con un toque de wasabi, lo mejor, y un steak tartar también muy bien aliñado y fantástico. En general todos los platos estaban buenísimos.
La situación es muy céntrica y en pleno casco histórico.
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