Tapas y platos de cocina andaluza en una moderna bodega con mobiliario minimalista de madera clara y terraza.
Desgraciadamente no puedo hablar mucho, ya que solamente estuve una vez, de picoteo, y tras una cena fallida. El hambre puede hacer que no lo valore con la objetividad que se merece.
Puedo decir que me gustó todo lo que probé. Recordaba de hace muchos años unos bocadillos de "pringá" y el que probé aquí, me gustó.
Me sorprendió un bocadillo que llaman "piripi". Buena combinación y muy rico.
Del jamón, lomo y queso, solamente puedo decir que era de excelente calidad, y estaba muy bueno.
Corta experiencia pero satisfactoria. Espero volver y repetir.
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