Siempre
es un buen momento para disfrutar con los amigos, y aunque es importante el cómo,
el donde y el porqué, lo verdaderamente importante es CON QUIEN disfrutamos
esos momentos.
Agradecer
a Lili la buen elección del restaurante, ya que fue más que notable el
resultado de la comida celebrada en el Cigarral de Caravantes.
Empezando
por lo menos importante, pero que también cuenta y todos buscamos. El entorno
es fantástico, tanto por las instalaciones como por las vistas. El atardecer y la
puesta de sol en Toledo, visto desde sus terrazas, es un espectáculo, con el Alcázar
destacando sobre la panorámica.
Los
jardines, terrazas (cubiertas y al aire libre), etc. son un valor añadido, que será
bien aprovechado para tomar una buena copa, también por la noche, y ver
Toledo iluminado. La segunda copa puedes tomarla en La Venta del Alma. Se encuentra
a cinco minutos andando del Cigarral de Caravantes, y también es un lugar con
un ambiente especial.
Por la
comida, que es lo principal, muy sorprendido, por ser un menú a un precio muy
razonable. Relación calidad precio inmejorable.
De
los platos probados, difícil destacar ninguno, ya que todos estaban muy bien presentados
y exquisitos. Por poner algunos, destacar los tomates rellenos de brandada de
bacalao, la cazuelita de albóndigas con salsa de ciruelas, el hojaldre de pisto
manchego con huevo esclafado y panceta, etc. Los postres también muy bien presentados,
especialmente la copa de gelatina de manzana con espuma de coco y el tiramisú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario