Fue
uno los primeros negocios de Lastres, que al principio funcionaba
como bodega de vinos y sidra, y posteriormente como chigre. Los marineros,
todas las noches, se quedaban a cenar la comida que sus mujeres les llevaban,
mientras ellos consumían medias de vino; por lo que alcanzó una gran
popularidad en la zona.
Remodelado
en 2006 vuelve a abrirse ya con el nombre actual por Alberto e Itziar.
El
nombre del restaurante se debe a la curva en la que se encuentra, popularmente
conocida como “la curva del barrigón”.
Justo
a su lado está la popular Pescadería La Chucha, una institución en el pueblo.
La
cocina, creativa, usa los productos autóctonos y del pescado de
la rula de Lastres.
Añadido
a la buena cocina, destacar el trato de Itziar, donde se nota el cariño por el
proyecto.
Buenos
arroces melosos, con productos del mar (Centollo, almejas,
langostinos, etc.), Por recomendar algún plato, yo diría que
la ensalada con virutas de foie y la merluza con centollo.
La
sala es pequeña, acogedora, y me atrevería a decir que el mejor
restaurante de Lastres, sin desmerecer al resto.
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