Es un restaurante que a mi no me ha fallado. Todas las veces que he ido a Sitges he comido o cenado, y siempre con recuerdos inolvidables. La primera vez fue hace unos 9 años, y recientemente en un viaje a Barcelona nos escapamos de vuela a Valencia y comimos allí. Como siempre, Fenomenal !
Su situación es privilegiada, a los pies de la iglesia y en pleno paseo marítimo, y con una terraza bien resguardada. Iluminada, es romántica; especialmente para cenar.
Como recomendación, ya que siempre lo he pedido, el steak tartar. También hemos probado y recomendable el xato de sitges y el rape.