Nuestro regreso familiar a cenar en un restaurante ha sido en Voltereta. Para mí era un desconocido, y ha resultado una buena experiencia. A nivel familiar, división de opiniones entre mis hijos, pero con una valoración, muy exigente, de un 7,5.
Vale la pena esta experiencia gastronómica, y a un precio muy razonable.
El taco New York estaba muy bueno, un buen equilibrio entre textura y sabor. El toque a lima de la mayonesa del taco me encantó. Un detalle magnífico. Pero sin duda lo que más me sorprendió fueron los saquitos de pera y queso. El pistacho hacia que la salsa de queso fuera suave y cuando comías el saquito relleno de pera, se extendía un dulzor delicioso. Los había probado antes en Marineta mía, y los dos muy buenos.
También probamos una riquísima lasaña y unos noodles teriyaki buenísimos, aunque más que noodles eran fideos.
El local es pintoresco, con árboles dentro del local y un servicio austero, y sin ningun detalle. Servilletas de papel, sin mantel. Con el COVID 19, a lo mejor es lo más apropiado.
Así que, en resumen, hemos acabado satisfechos con el sitio, a pesar que no era la primera elección.
Os lo recomiendo.